PRISIONIZACIÓN VERSUS REINSERCIÓN.”   (Basado en hechos reales)

06.11.2023

Javi estaba en la fila de la caja. Había tres personas delante. Cambiaba el peso de sus pies nervioso, como si realmente quisiera salir corriendo. En la calle hacía frío, pero él sentía golpes de calor por todo el cuerpo que le impedían llevar cazadora. Solo unos vaqueros, un jersey y un gorro de lana negros abrigaban tenuemente su cuerpo. Ninguna prenda cubría su cara.

Llegó su turno. La cajera del Banco le miró inquieta, pensando "algo no va bien". Javi puso el arma sobre el mostrador y lenta, pero firmemente, le dijo:

· No va a pasarte nada. Dame todo lo que tengas en la caja.

· No hay nada, nada, de verdad – acertó a decir nerviosamente ella- Solo tengo 50 € que acaba de ingresar un señor, nada más. Ya no guardamos dinero aquí…

Javi comenzó a ver, de reojo, empleados del banco revoloteando nerviosos a su alrededor. Cogió el arma y los 50 y salió frustrado de la sucursal, pensando que la cajera había pulsado el botón de alerta.

Comenzó a correr por la avenida, en la que ya escuchaba alarmantes sonidos de sirenas. Solo le dio tiempo de tirar el arma en un contenedor antes de que lo engrilletaran en el suelo. Nuevamente, comenzaba para él el círculo detención- prisión-liberación.

Javi es una de las muchas personas que llegaron a prisión a través de la adicción a las drogas y, en concreto, a la más nociva, la heroína. Fue encadenando condena tras condena, por delitos contra la propiedad. Nunca hirió a nadie, pero ha pasado más de la mitad de su vida en la cárcel. Ha superado la edad de jubilación y está enfermo.

Él solo sabe de la vida de la prisión. Cuando salió de la cárcel tras cumplir la última campaña no supo vivir en libertad. Sin familia, sin apoyos personales y con adicciones no resueltas, solo pudo delinquir, sospechosamente, sin ninguna planificación.

Su abogada, a la que ya conocía de múltiples asuntos anteriores, le decía:

· Pero Javi, ¿no sabes que las cámaras del banco han grabado perfectamente tu cara? No entiendo nada. Parece que querías que te cazaran.

Él solo se encogia de hombros y contestaba:

· Ya ves, hermanica, ya no se hacer nada bien.

Y su abogada pensaba, con tristeza "lo que ya no sabes, Javi, es vivir fuera de prisión".

Lo que le pasa a Javi y a otras muchas personas que han pasado por prisión ha sido estudiado por distintos autores y se ha denominado prisionización (Clemmer, 1940). Este es el proceso de incorporación y paulatina adaptación al mundo de la prisión, a sus propias normas, a sus diferentes roles, patrones de comportamiento, sistemas y códigos de comunicación, estilos de vida, a su propia economía sumergida, grupos de presión, agentes de control formales e informales, etc. Ello supone la progresiva asunción por parte de la persona privada de libertad de una nueva forma de vida, el aprendizaje de nuevas habilidades y comportamientos, alejados de los códigos de la vida en libertad [i].

La prisionización, junto a otros factores de exclusión de la persona que ha cumplido una pena de prisión (falta de apoyos familiares o de otro tipo, ausencia de medios económicos, adicciones, estigmatización, etc.) puede llevar, con demasiada frecuencia, a que no se logre la reinserción de la persona penada, produciéndose el fenómeno de la reincidencia.

La tasa general de reincidencia penitenciaria que arrojan los datos del Ministerio del Interior [ii] es del 19,98%. Algo más de la mitad de las personas reincidentes (53,01%) volvieron a cometer un delito en el transcurso de los tres primeros años tras su excarcelación.

Nos planteamos si se puede obtenerse la reinserción de las personas que delinquen en una sociedad libre desde el encierro. Nos planteamos también si, socialmente, se ofrecen oportunidades significativas para su verdadera reintegración.

Abordar una posible solución a estas cuestiones requiere a mi modo de ver:

  • Potenciar los regímenes de semilibertad y las libertades condicionales, implantando itinerarios planificados de acompañamiento personal, laboral y social en su camino a la libertad total, en conexión con los servicios sociales de base.
  • Un enfoque integral desde el ámbito de lo social post-penitenciario, que implique estar al lado de la persona ex reclusa al finalizar su pena, a través de una atención a sus necesidades de vivienda, a su salud psicológica, a su integración laboral, etc.

La sociedad legitima el sistema de penas de prisión que recoge nuestro Código Penal como respuesta frente al delito cometido, pero no puede olvidar qué sucede después de la cárcel, ni cuál es el papel que debe desempeñar en la prevención de la reincidencia y en la promoción de la rehabilitación de las personas ex penadas.

Lourdes Barón Jaqués. Abogada

[1] "Consecuencias de la Prisionización". José Luis Segovia Bernabé. Profesor de exclusión social de la Universidad Pontificia de Salamanca. 2005. https://www.derechopenitenciario.com/wp-content/uploads/2018/10/1003.pdf

[1] "Avance estudio reincidencia". Petra Mínguez Pérez. 2022. https://www.interior.gob.es/opencms/export/sites/default/.galleries/galeria-de-prensa/documentos-y-multimedia/noticias/documentos/2022/09_Septiembre/Avance_estudio_reincidencia-.pdf